Por: Aline Deconchat
Hola, mi nombre es Aline, soy originaria de Francia y desde hace más de 2 meses decidí comenzar una gran aventura en México. Aunque mi visita en este país es corta, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar Playa del Carmen, un lugar conocido en el mundo entero por sus fiestas y sus playas. ¡Ahora puedo decir que yo he estado ahí!.
Primer día, ¿Qué puedes hacer? Visitar la playa, obviamente. Si tu hotel se encuentra un poco lejos de la playa, puedes elegir de tomar un taxi, pero debes preguntar por alguno que te pueda dejar cerca si no quieres arriesgarte a gastar todo tu dinero en ese momento. Por mi parte, decidí caminar para disfrutar del ambiente que se encuentra en las calles y para descubrir la 5ta Avenida, al igual que otras calles no tan turísticas pero muy bonitas. Cuando vayas, vas a encontrar muchos turistas extranjeros, lo que te hará dudar si realmente estás en México o en EEUU. No te preocupes, relájate, disfruta el sol y déjate acariciar por una arena que encontrarás solo en esta playa.
Eso sí, después de relajarse, da mucha hambre. ¿Qué opciones puedes encontrar? Te recomiendo todos los restaurantes ubicados al menos a 2 cuadras de la playa: encontrarás precios mucho más económicos y platillos para todos los gustos. Personalmente me atreví a probar diferentes comidas: mexicana, italiana, y francesa.
Después te preguntarás, ¿qué hacer en la tarde? Todo depende de qué tan activo te sientas, ya que puedes ir a visitar la Zona Arqueológica de Tulum ubicada a 1 hora de Playa del Carmen. El transporte es colectivo y tiene un costo aproximado de $55 pesos mexicanos, nada caro para llegar a este lugar excepcional y rico patrimonio lleno de historia y pirámides que te harán sentir pequeñito.
Puedes también regresar a la playa, yo acudí a Paa Mul, un lugar completamente desconocido que solo un experto podría recomendarte. En mi caso, mi Concierge de Mexcovery fue el que me la sugirió ya que tiene la ventaja de ser completamente gratuita y accesible.
En serio, es la playa la más hermosa que he visto. Te sientes solo en el mundo, como Robinson Crusoé. Es un paraíso con una arena perfectamente blanca, tan suave que no se adhiere a tu piel. Para sentirte completamente como un privilegiado, puedes rentar una hamaca o un camastro por tan solo $40 pesitos. Disfrutarás de esta agua turquesa para refrescarte un poco y también para tomar algunas fotos. El sonido del agua es lo que te ayudará a estar relajado y hacer una pequeña siesta. Lo bueno de Paa Mul es que es un lugar abierto al océano pero que al mismo tiempo te transmite una sensación de intimidad, a mi forma de ver, la mejor combinación.
Si requieres algo aún más íntimo, puedes irte de Playa del Carmen en colectivo hasta Punta Esmeralda, por tan solo $6 pesos. Después de un camino tranquilo y muy hermoso, llegarás a una playa muy especial: es un lugar en el cual el agua dulce y el agua salada se encuentran. ¡Tomar fotos está más que recomendado!
Con un poco de curiosidad, y buscando entre las dos playas, encontrarás un cenote de lo más discreto y amigable. Se necesita un poco de valentía para entrar en el agua, pero vale completamente la pena. Te sentirás como una sirena en su hogar y sentirás la experiencia de estar en un secreto por debajo de la tierra, aunque estas a unos metros de la playa.
Estos son los secretos más increíbles que descubrí al visitar este rincón de la Riviera Maya, sin duda, una experiencia que cambió mi vida.
¡Nos vemos por allá para mostrarte todas las cosas inimaginables que puedes hacer en una ciudad tan turística!