Por: Alejandro Lelo de Larrea

 

Los Cabos es el destino más exclusivo de México y está lleno de experiencias para familias, parejas, o para ir entre amigos y en mi último viaje decidí que en uno de los días tenía que hacer algo extremo y lleno de adrenalina. Con ésta referencia, fue muy fácil para mis amigos recomendarme visitar “Wild Canyon”, el mejor parque de aventuras en Los Cabos ¡Y no se equivocaron!

Debo reconocer que no sabía muy bien qué es lo que iba a hacer, así que sin más expectativas nos dirigimos hacia allá.

En Los Cabos está Cabo San Lucas donde se encuentra el majestuoso y bien conocido Arco del fin del mundo además de la marina. Es el principal punto turístico de la zona, donde también se encuentra toda la vida nocturna. A 25 minutos de distancia en automóvil, se encuentra San José del Cabo, un pequeño y tranquilo pueblo con una parroquia en su centro; un destino mucho más tradicional. En el corredor turístico que conecta de un lugar al otro, justo en medio del desierto se encuentra el parque Wild Canyon.

Al llegar nos recibieron de maravilla, aunque yo no pude evitar asomarme para ver un puente colgante en medio del cañón; después supe que era el puente colgante más grande del mundo en su tipo ¡Es simplemente asombroso!

La primera actividad que realizamos fue un circuito de tirolesas, no sin antes recibir una capacitación con todas las medidas de seguridad que debíamos seguir. En total son 8, y el circuito es el más largo de Los Cabos. En algunas de las tirolesas puedes lanzarte con dos, tres o hasta cuatro personas más. La última tirolesa es la mejor, la más larga y lo mejor es que pasas por debajo del puente colgante ¡La vista del desierto es simplemente espectacular!

¿Sabían que puedes montar a camello en Los Cabos? Yo no lo sabía, y para relajarnos después de haber gritado tanto dimos un paseo a camello en mitad del cañón del Tule. El recorrido vale mucho la pena, sobre todo si vas en familia, además te llevan por un Oasis que se ubica a la mitad del cañón. Al terminar hicimos algunas actividades muy divertidas. Hasta tuve que darle un beso a uno de los camellos.

Lo paradisiaco de Los Cabos es que el desierto se une con el mar y la mejor forma de disfrutarlo y verlo, es en una cuatrimoto. Me considero un amante de la velocidad así que lo disfruté muchísimo el paseo que tuvimos. Para terminar el recorrido, cruzas a 100 metros de altura por el puente colgante más largo del mundo. No hay un lugar donde puedas hacerlo de ésta forma. Y lo mejor, es que la velocidad y el recorrido lo adaptan a tu nivel, así que si ya tienes experiencia seguramente lo harás con mucha mayor intensidad.

Y antes de irnos a comer, realizamos otra actividad y fue la que más me impresionó (y me asustó también). Entre el cañón había una góndola que estaba sostenida por un cable y para llegar ahí había que hacerlo a través de un teleférico. Al llegar a la góndola comienza la adrenalina, pues el piso es de cristal así que si miras abajo estarás viendo el abismo del cañón. Ahí, el equipo del Wild Canyon (las personas más profesionales que se necesitan para éste tipo de actividades) te montarán en un arnés y dejarán todo listo. Yo comencé a sudar frío y me dije en repetidas ocasiones “No veas hacia el fondo” sin ningún resultado favorable. A la cuenta de 3 nos soltaron y grité como nunca lo había hecho jamás. ¡Nunca lo voy a olvidar! Me soltaron en caída libre a 100 metros de altura mientras suavemente me columpiaba.

Para los que son aún más atrevidos, puedes intentar aventarte desde la góndola en Bungee. Debo reconocer que no tuve el valor de hacerlo aunque prometí que en mi siguiente visita a Los Cabos lo haría y así será.

Cansado, empolvado, con hambre, pero sin voz luego de haber gritado tanto, disfruté una deliciosa hamburguesa en el resuaurante Lion´s Den para terminar la experiencia de visitar Wild Canyon. ¡Son deliciosas!

En Wild Canyon además podrás pasear mientras observas Iguanas, agaoprnies, perritos de las praderas, guacamayas y más animales. Inclusive, puedes darle de comer con los cuidadores profesionales.

Sin duda, ese día fue uno de los más increíbles que he vivido por todas actividades que hice. Así que si tienes planeado un viaje a Los Cabos, no puedes dejar de ir a Wild Canyon y disfrutar tanto como yo lo hice. Te lo garantizo ¡No te arrepentirás!